domingo, 13 de noviembre de 2011

Trabajos en Ambientes Calurosos

EFECTOS DEL CALOR EN EL ORGANISMO
El hombre necesita mantener una temperatura interna constante para desarrollar la vida normal. Para ello se poseen mecanismos fisiológicos que ésta se establezca a 37º C, y permanezca constante La actividad física humana genera calor, pero también lo tomamos del medio ambiente. El organismo utiliza sus mecanismos para evitar que haya problemas, pero a veces es insuficiente, cuando la actividad desarrollada es excesiva y el entorno muy caluroso.
La exposición prolongada a elevadas temperaturas puede suponer una agresión importante para el organismo.
Los efectos del calor se hacen notar cuando el cuerpo no puede adaptarse a las altas temperaturas y esta situación se mantiene de forma continuada durante varios días, en una atmósfera muy húmeda y sin viento.

Cuando el organismo no puede mantener su temperatura normal, siendo incapaz de rehidratarse, pueden aparecer distintas patologías:
· Insolación: Se produce después de una exposición prolongada y directa al sol, sobre todo entre las 11 y las 17 horas. Una insolación suele manifestarse por violentos dolores de cabeza, somnolencia, naúseas, pérdida de conocimiento, f ebre elevada y, en ocasiones, quemaduras en la piel. Para afrontar este problema de salud, es muy importante refrescar con aire o agua a la persona afectada.
· Calambres por calor: Son calambres musculares que a menudo aparecen acompañados de una transpiración excesiva. Para tratarlos es necesario cesar toda actividad y permanecer en reposo durante varias horas, en un entorno fresco, beber agua, zumos de fruta, etc. Si los síntomas persisten durante más de una hora, es recomendable consultar con los servicios de Salud.
· Agotamiento y Deshidratación: Aparece después de sufrir varias jornadas de calor y experimentar una sudoración intensa durante todo este tiempo. Suele manifestarse con desvanecimientos, debilidad y cansancio, insomnio y agitación nocturna. En estos casos es necesario descansar en un entorno fresco, beber agua y zumos de fruta, y consultar con los servicios de salud si estos sintomas persisten o se agravan.
· Golpe de Calor: Es la patología que reviste una mayor gravedad, y es muy importante NO CONFUNDIRLA con el resto de las dolencias derivadas de las altas temperaturas ni utilizarla como sinónimo de cualquier trastorno provocado por este motivo. El golpe de calor se produce cuando el organismo no puede controlar ni regular su temperatura, que aumenta muy deprisa. Los síntomas son piel caliente, roja y seca, náuseas y sed intensa; somnolencia y/o agresividad inhabitual; obnubilación y pérdida de conciencia; y convulsiones. Ante la aparición de un golpe de calor es preciso solicitar asistencia médica urgente; mientras ésta llega, hay que colocar a la persona afectada en un entorno fresco y enfriarla con aire o agua fría, ya sea con una ducha o baño o mojando sus ropas. Los deportistas, trabajadores expuestos a temperaturas altas, bebés, personas mayores, discapacitados o enfermos crónicos son especialmente sensibles al golpe de calor.

ACTIVIDAD LABORAL Y TEMPERATURAS ALTAS
La exposición al riesgo de estrés térmico genera problemas de salud para el trabajador expuesto (sudoración excesiva, afecciones cutáneas, disminución de capacidades físicas y mentales, golpe de calor); debiendo el empresario aplicar medidas preventivas para evitar esta situación:
• Evaluando las condiciones ambientales del centro de trabajo y las climáticas para puestos a la intemperie.
• Diseñar las instalaciones, procesos y equipos de trabajo considerando las temperaturas del entorno.
• Aplicar medidas organizativas para disminuir la exposición a ambiente caluroso.
• Informar a los trabajadores sobre la carga de trabajo y el nivel de estrés por calor.
• Prever periodo de aclimatación.
• Utilizar ropa ligera y protección personal.
• Automatizar procesos, aislar fuentes de calor.
• Instalar ventiladores, aire acondicionado, extractores.
• Beber agua de forma periódica.
• Rotar en puestos con riesgo por el calor.
• Distribuir el volumen de trabajo en horas de menor calor (mañana y/o tarde).

Las condiciones climatológicas y la presencia de focos de calor en el seno del proceso productivo, determinan que el desarrollo de actividades laborales supongan un riesgo para la salud de los trabajadores expuestos a altas temperaturas de forma continuada, constituyendo, en caso de no adoptar las medidas preventivas adecuadas, una posible fuente de insatisfacción, penosidad, o estrés térmico, especialmente en trabajos a la intemperie y en periodo estival.

El organismo humano desarrolla mecanismos fsiológicos para mantener la temperatura corporal en unos nive
les adecuados, facilitando la pérdida de calor al medio externo mediante la sudoración y la radiación, fundamentalmente.
Para conseguir la temperatura idónea es básico mantener dentro de unos límites la temperatura de los lugares de trabajo, lo que facilita que los trabajadores conserven el equilibrio térmico durante la jornada.
La forma más efcaz que tiene el cuerpo para perder calor es la transpiración. La transpiración se evapora consumiendo calor que cede nuestro cuerpo.
Cuando la humedad es muy alta, la evaporación es menor y por lo tanto la sensación térmica aumenta. En tanto que, cuando la humedad es baja, aumenta la evaporación y por lo tanto nuestro cuerpo pierde calor y nuestra sensación térmica disminuye.

MEDIDAS DE PREVENCION
El empresario está obligado a aplicar un plan de prevención en el que se concreten medidas para controlar el riesgo por exposición a ambiente caluroso. Las medidas preventivas que pueden aplicarse para:
eliminar el riesgo
Eliminar el riesgo
• Sustituyendo los equipos que emiten calor.
• Alejamiento de los focos de calor.
Reducir el estrés térmico en centros de trabajo
• Automatizar el proceso y la manutención.
• Limitar los esfuerzos físicos.
• Fraccionar los periodos de exposición, organizando pausas y periodos de reposo.
• Colocar pantallas aislantes.
• Suministrar la ropa adecuada.
• Ventilación general forzada o localizada.
• Acondicionar el aire suministrado al local.
Reducir la infuencia térmica del clima
• Aislar térmicamente las paredes.
• Pintar de color claro el exterior.
• Colocar material refectante u opaco.
• Equipar con persianas o toldos las áreas acristaladas.
Promover hábitos individuales
• Consumir bebidas no alcohólicas.
• Realizar una dieta ligera.
• Aclimatación paulatina al ambiente cálido.
• Proteger la cabeza con gorra o sombrero.
• Dormir las horas sufcientes.
• Prever fuentes de agua próximas.
• Utilizar ropa amplia y ligera.
• Aplicarse cremas de protección.

La prevención de riesgos laborales por exposición a ambientes calurosos debe estar incluida en la evaluación y planifcación de medidas que las empresas deben realizar en aplicación de la ley 31/1995, el RD 486/1997 sobre condiciones mínimas en lugares de trabajo y normativa técnica específca.

JUNTA DE ANDALUCIA

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