El número de desempleados registrados en las Oficinas de los Servicios Públicos de Empleo al finalizar el mes de febrero se ha incrementado en 68.260 personas en relación con el mes anterior, lo cual supone un aumento del 1,61% respecto al pasado enero. En los últimos 12 meses el desempleo ha crecido en 168.638 personas (4,08%), el nivel más bajo desde noviembre de 2007. De este modo, según las cifras oficiales publicadas este miércoles por el Ministerio de Trabajo, el número total de parados se sitúa ya en 4.299.263.
Sin embargo, a dichos números es preciso sumar la bolsa de desempleados que no son contabilizados por el Gobierno en las listas del Inem, como consecuencia del habitual maquillaje estadístico que se aplica desde 2008.
Desde entonces, Trabajo descuenta de la cifra oficial a los parados que acuden a cursillos de formación, catalogados bajo el epígrafe de "demandantes de empleo no ocupados" (DENOS). El pasado febrero su cifra ascendió a 253.402 personas. Trabajo, sin embargo, los considera estadísticamente como parados "ocupados".
Además, el Ministerio que dirige Valeriano Gómez tampoco contabiliza a los 227.229 desempleados agrupados bajo el título de demandantes de empleo con "disponibilidad limitada" o "demanda de empleo específica". Estas personas, según afirma el antiguo Inem, "son aquellos demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo". Es decir, que son también parados.
De este modo, el número real de parados -sumando ambos epígrafes- asciende a un total de 4.779.894 personas en febrero, España suma en febrero 90.298 parados más respecto a las cifras -sin maquillaje- del pasado enero, lo cual supone un 1,9% más a nivel intermensual.
El nuevo incremento del paro pone en evidencia que nuestra economía sigue en la UVI y que todavía está lejana la recuperación económica: un IPC que crece y salarios que decrecen hacen que la renta disponible en los hogares sea cada vez menor y por tanto no se reactive la demanda interna, que es imprescindible para recuperar la senda del crecimiento y del empleo.
Estos datos también nos muestran los nulos efectos que está teniendo la reforma laboral sobre nuestro mercado de trabajo. La contratación cae en todas sus modalidades y el contrato de fomento de la contratación indefinida (contrato estrella de la reforma) ha descendido en términos interanuales en un 36,8%.
Desde la USO vemos con preocupación el incremento del número de personas que ya no perciben subsidio ni prestación de desempleo sobrepasando los 1,7 millones. Esto hace que estemos ante un número de parados de larga duración que supera los 3 millones, para los que el Gobierno no está ofreciendo las soluciones de urgencia que necesitan.
Sin embargo, a dichos números es preciso sumar la bolsa de desempleados que no son contabilizados por el Gobierno en las listas del Inem, como consecuencia del habitual maquillaje estadístico que se aplica desde 2008.
Desde entonces, Trabajo descuenta de la cifra oficial a los parados que acuden a cursillos de formación, catalogados bajo el epígrafe de "demandantes de empleo no ocupados" (DENOS). El pasado febrero su cifra ascendió a 253.402 personas. Trabajo, sin embargo, los considera estadísticamente como parados "ocupados".
Además, el Ministerio que dirige Valeriano Gómez tampoco contabiliza a los 227.229 desempleados agrupados bajo el título de demandantes de empleo con "disponibilidad limitada" o "demanda de empleo específica". Estas personas, según afirma el antiguo Inem, "son aquellos demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo". Es decir, que son también parados.
De este modo, el número real de parados -sumando ambos epígrafes- asciende a un total de 4.779.894 personas en febrero, España suma en febrero 90.298 parados más respecto a las cifras -sin maquillaje- del pasado enero, lo cual supone un 1,9% más a nivel intermensual.
El nuevo incremento del paro pone en evidencia que nuestra economía sigue en la UVI y que todavía está lejana la recuperación económica: un IPC que crece y salarios que decrecen hacen que la renta disponible en los hogares sea cada vez menor y por tanto no se reactive la demanda interna, que es imprescindible para recuperar la senda del crecimiento y del empleo.
Estos datos también nos muestran los nulos efectos que está teniendo la reforma laboral sobre nuestro mercado de trabajo. La contratación cae en todas sus modalidades y el contrato de fomento de la contratación indefinida (contrato estrella de la reforma) ha descendido en términos interanuales en un 36,8%.
Desde la USO vemos con preocupación el incremento del número de personas que ya no perciben subsidio ni prestación de desempleo sobrepasando los 1,7 millones. Esto hace que estemos ante un número de parados de larga duración que supera los 3 millones, para los que el Gobierno no está ofreciendo las soluciones de urgencia que necesitan.
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