"Las retribuciones de los funcionarios han subido el 0,3% en 2010 y, "de momento", no está previsto tocar su sueldo". Con estas palabras la vicepresidenta económica, Elena Salgado, negaba el pasado 11 de febrero en una entrevista a RNE que su departamento ministerial estudiara rebajar los sueldos de los empleados de la Administración.
Posteriormente, el 15 de febrero, Salgado dijo en sede parlamentaria (preguntada sobre la posibilidad de elevar impuestos y congelar salarios a los funcionarios: "España necesita lo que hemos planteado en el plan de austeridad y ninguna de esas dos medidas está incluida en nuestro plan de austeridad". Como en otras ocasiones, Salgado faltaba a la verdad.
La espita ha saltado durante la comparecencia del secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, para presentar los datos de ejecución presupuestaria. El número tres de Salgado confirmó que el Gobierno quiere reducir un 4% el gasto en personal del Estado en 2013, que en la actualidad asciende a más de 120.000 millones de euros. Esto quiere decir que el Ejecutivo tiene dos opciones: o baja el sueldo a los funcionarios, o reduce las plazas y congela los salarios."No es lo principal, pero sí está sobre la mesa el revisar esos pactos para hacerlos coherentes el objetivo marcado por el Gobierno", señaló Ocaña. El secretario de Estado señaló que el Gobierno intentará reducir la tasa de reposición (es decir, reducir el volumen de personal público), según informa Europa Press.Ocaña añadió que el acuerdo para la Función Pública, firmado el pasado 25 de septiembre y que contempla un incremento salarial del 0,3% en 2010, se tendrá que revisar en el marco adecuado, que es la negociación con los sindicatos.El objetivo será asegurar que se cubre la reducción del 4% del coste que suponen los empleados públicos y que ha planteado el Gobierno en su plan de austeridad, puesto que lo acordado inicialmente con los sindicatos tiene ahora que adaptarse a lo planteado por el Gobierno para reducir el déficit.
Posteriormente, el 15 de febrero, Salgado dijo en sede parlamentaria (preguntada sobre la posibilidad de elevar impuestos y congelar salarios a los funcionarios: "España necesita lo que hemos planteado en el plan de austeridad y ninguna de esas dos medidas está incluida en nuestro plan de austeridad". Como en otras ocasiones, Salgado faltaba a la verdad.
La espita ha saltado durante la comparecencia del secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, para presentar los datos de ejecución presupuestaria. El número tres de Salgado confirmó que el Gobierno quiere reducir un 4% el gasto en personal del Estado en 2013, que en la actualidad asciende a más de 120.000 millones de euros. Esto quiere decir que el Ejecutivo tiene dos opciones: o baja el sueldo a los funcionarios, o reduce las plazas y congela los salarios."No es lo principal, pero sí está sobre la mesa el revisar esos pactos para hacerlos coherentes el objetivo marcado por el Gobierno", señaló Ocaña. El secretario de Estado señaló que el Gobierno intentará reducir la tasa de reposición (es decir, reducir el volumen de personal público), según informa Europa Press.Ocaña añadió que el acuerdo para la Función Pública, firmado el pasado 25 de septiembre y que contempla un incremento salarial del 0,3% en 2010, se tendrá que revisar en el marco adecuado, que es la negociación con los sindicatos.El objetivo será asegurar que se cubre la reducción del 4% del coste que suponen los empleados públicos y que ha planteado el Gobierno en su plan de austeridad, puesto que lo acordado inicialmente con los sindicatos tiene ahora que adaptarse a lo planteado por el Gobierno para reducir el déficit.
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