· El sindicato valora que la sociedad se movilice ante la mutilación del derecho al trabajo y los recortes sociales.
· La USO pide a los partidos políticos y al resto de organizaciones sindicales que hagan de la transparencia un valor propio de gestión.
· Urgimos un cambio de la actual normativa electoral tanto en el ámbito político como sindical, porque giran en torno a un bipartidismo y un bisindicalismo que están ahogando la participación social y que no refleja la pluralidad política y sindical de nuestra sociedad.
Ante el denominado movimiento 15-M que está ocupando distintas plazas en nuestro país, con especial incidencia en la concentración que se está manteniendo en la Puerta del Sol de Madrid, la Unión Sindical Obrera hace una valoración positiva del mismo, en cuanto refleja el hartazgo y la impotencia de una parte de la sociedad que decide reaccionar contra un sistema político y económico que no aporta las soluciones que tiene el deber de ofrecer.
Estas movilizaciones son fruto del descontento con las políticas que se están haciendo, que han llevado a mutilar uno de nuestros derechos fundamentales, el derecho al trabajo, con 5 millones de desempleados y un 43% de paro juvenil. A esto además hay que sumar los mayores recortes sociales (recortes salariales, congelación de las pensiones, atención a la dependencia, etc.), una reforma impuesta de nuestras futuras pensiones y la perspectiva de nuevos recortes para que el Gobierno cuadre sus cuentas con Europa, que empobrecerán a la mayor parte de la ciudadanía y desalentarán las expectativas de crecimiento económico y empleo.
Compartimos el fondo de estas movilizaciones porque la USO lleva tiempo haciendo una llamada a la movilización de la sociedad para combatir la crisis y sus efectos, y a la necesidad de emprender medidas dirigidas a contener la pérdida de empleo y parar los recortes sociales. En este sentido, la USO hace las siguientes consideraciones:
Es necesario un plan de austeridad y de recorte en el gasto corriente en el conjunto de las Administraciones Públicas. El necesario ajuste en el gasto no puede recaer en exclusividad sobre los salarios de los empleados públicos.
La prioridad debe ser la creación de empleo estable y con derechos. La USO, por lo tanto, pide al Gobierno que, en coordinación con los Gobiernos autonómicos, elabore una agenda de política social fuerte y concreta a fin de mantener a los trabajadores y trabajadoras en sus puestos de trabajo y asegurar que reciben ingresos coherentes que le permitan mantener su poder adquisitivo y con altos niveles de protección social.
La USO quiere advertir del alto riesgo que suponen los recortes en el gasto público de manera indiscriminada y en particular en materia de protección social. Los recortes en los sistemas de protección sólo aumentarán la pobreza y debilitarán a los grupos más vulnerables. Por ello venimos demandando un Plan Estatal contra la exclusión social y la pobreza, donde es imprescindible el concurso de las distintas Administraciones Públicas y que debe incluir políticas activas de empleo para estimular la vuelta al mercado de trabajo y a un empleo estable.
Junto a esto debe existir una mayor y mejor regulación de los mercados financieros y los bonos de los directivos. Las finanzas públicas deben ponerse al servicio de la economía real y no deben utilizarse para reparar los daños causados por las prácticas abusivas de determinadas entidades, únicamente guiadas por el objetivo de maximizar sus beneficios a corto plazo.
Ante la actual situación de crisis económica en la que estamos inmersos, los partidos políticos y las organizaciones sindicales debemos ser ejemplares en la gestión de los recursos públicos. Deben gestionarse bajo criterios de austeridad en el gasto y de autofinanciación. Ello conllevaría definir un nuevo modelo de financiación basado en estos principios.
La USO pide a los partidos políticos y al resto de organizaciones sindicales que hagan de la transparencia un valor propio de gestión. Que por encima de los intereses particulares de las organizaciones que representan deben estar los intereses generales de los ciudadanos que dicen representar. A ellos se deben y ante ellos debemos responder.
Desde la USO vemos con preocupación cómo la vida política y sindical de este país gira en torno a un bipartidismo y un bisindicalismo que a nuestro juicio está ahogando la participación social y que no refleja la pluralidad política y sindical existente en nuestra sociedad.
Sólo se busca la aritmética parlamentaria mediante el apoyo en grupos parlamentarios cuyos intereses no siempre se corresponden con los del conjunto de la ciudadanía del Estado. Así a veces la parte impone sus condiciones al todo.
Un bisidincalismo que aparece como rehén de un extraño maridaje entre las dos organizaciones sindicales mayoritarias y el Gobierno, que no reacciona con eficacia ante la gravedad de la crisis económica y de empleo existente, alejado del sentir de los ciudadanos y dando la impresión de estar más al servicio de las políticas del Gobierno que ser instrumentos que exijan y confronten, si es el caso, para buscar la mejor salida a la crisis.
Cambio en la normativa electoral en el ámbito político y sindical.
Por ello desde la USO venimos urgiendo un cambio de la actual normativa electoral tanto en el ámbito político como sindical, que tienda a que los resultados de los procesos electorales y el cómputo de los mismos permita una mayor participación de las organizaciones que hoy se consideran minoritarias y que acreditan, en muchos casos, una audiencia electoral mayor que otras que circunscriben su ámbito de actuación a un determinado ámbito territorial.
Los procesos electorales en el ámbito sindical deben facilitar su objetivo, que es la existencia de representación legal de los trabajadores y trabajadoras en la empresa. Por ello es imprescindible eliminar la actual discriminación existente en la promoción de las elecciones sindicales. Toda organización sindical debe tener plena capacidad para promover elecciones sindicales y participar en ellas. No se puede limitar este derecho, como sucede actualmente, a unos en beneficio de otros. En una verdadera democracia todos tienen los mismos derechos
Por ello desde la USO pedimos un cambio profundo en el actual modelo de diálogo social para abrir éste a otros ámbitos representativos, ya que sólo desde la participación y el pluralismo se podrá enriquecer y hacer fructificar un renovado diálogo social.
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