La Comisión de Trabajo del Senado aprobó el proyecto de ley de reforma laboral con el respaldo del PSOE, Entesa Catalana de Progrès y el Grupo Mixto, la abstención de Senadores Nacionalistas (PNV y BNG) y CiU, y el voto en contra del Partido Popular (PP).
Aunque el resultado de la votación ha sido un empate (12 a favor, 12 en contra y dos abstenciones), el proyecto de ley fue finalmente aprobado al tratarse de un voto ponderado (que asigna un valor determinado al voto en función de la representación de cada grupo), por lo que si se traslada la consulta al pleno equivaldría a 129 sufragios a favor y 123 en contra. El hecho de votar en bloque impidió a ERC e ICV (incluidos en Entesa) mostrar su rechazo al proyecto en su conjunto, así como a algunas enmiendas apoyadas por su grupo, como la que rebaja a 30 días el plazo en el que los desempleados pueden rechazar ofertas de formación sin ser sancionados, que fue aceptada por todos los grupos.
Al haber sido enmendado en la Cámara alta, el proyecto de ley volverá al Congreso el próximo 9 de septiembre, donde previsiblemente se aprobará de forma definitiva. La enmienda que rebaja el plazo para que los parados no acepten la formación fue finalmente apoyada por el PP, al incluir su petición para que las acciones de mejora de la ocupabilidad "se correspondan con su profesión habitual (del desempleado) o sus aptitudes formativas según lo determinado en el itinerario de inserción".
Aunque el resultado de la votación ha sido un empate (12 a favor, 12 en contra y dos abstenciones), el proyecto de ley fue finalmente aprobado al tratarse de un voto ponderado (que asigna un valor determinado al voto en función de la representación de cada grupo), por lo que si se traslada la consulta al pleno equivaldría a 129 sufragios a favor y 123 en contra. El hecho de votar en bloque impidió a ERC e ICV (incluidos en Entesa) mostrar su rechazo al proyecto en su conjunto, así como a algunas enmiendas apoyadas por su grupo, como la que rebaja a 30 días el plazo en el que los desempleados pueden rechazar ofertas de formación sin ser sancionados, que fue aceptada por todos los grupos.
Al haber sido enmendado en la Cámara alta, el proyecto de ley volverá al Congreso el próximo 9 de septiembre, donde previsiblemente se aprobará de forma definitiva. La enmienda que rebaja el plazo para que los parados no acepten la formación fue finalmente apoyada por el PP, al incluir su petición para que las acciones de mejora de la ocupabilidad "se correspondan con su profesión habitual (del desempleado) o sus aptitudes formativas según lo determinado en el itinerario de inserción".
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