El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, considera que 20 años es un periodo "razonable" para calcular la pensión de jubilación -frente a los 15 últimos años actuales- y ha señalado que se debe aplicar de forma progresiva. Ha asegurado que el actual sistema de pensiones español penaliza mucho a las personas que pierden el trabajo en los últimos años de cotización, por lo que, cuando se jubila, recibe una pensión "casi de mínimos, aunque lleve 40 años cotizando".
Esta posibilidad ya se mencionó a finales del pasado enero, cuando el Gobierno aprobó una propuesta de reforma de las pensiones que incluía, entre otros puntos, el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años y ampliar el periodo de cálculo de las pensiones. Aunque no se hacía una propuesta explícita en este sentido, ya se valoró la idea de que se elevara hasta los 20 o 25 años. Es más, en un documento que el Gobierno envió a la Comisión Europea para explicar sus medidas contra el déficit se hablaba de aumentar el periodo de cálculo hasta los 25 años, algo de lo que el Ejecutivo se retractó.
La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) considera "razonable" la propuesta del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, pero cree que "sería mejor" que se eligieran entre esos años también los de mayor cotización "si lo que se persigue con esta reforma es beneficiar a los trabajadores que han sido expulsados del mercado laboral al final de su carrera". "No basta con coger más años, sino de elegir parte de los mejores periodos de cotización con el fin de ser más equitativos y beneficiar realmente a los trabajadores que durante mucho tiempo han hecho un esfuerzo con el pago sus cuotas pero que, al final de su vida laboral, son despedidos o ven reducidos sus ingresos", señaló el presidente de ATA, Lorenzo Amor.
La última reforma del año 2007 se justificó para garantizar la sostenibilidad del sistema y desde la U.S.O. ya les dijimos entonces, y lo volvemos a decir ahora, que parches aislados no solucionan la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones.
Es evidente que el aumento del periodo de cotización en el cálculo reduce de entrada la prestación, porque los salarios son mucho más bajos en el pasado que en la actualidad, y al inicio de la vida activa. Y es ahí donde estará la trampa, es la pillería del Estado y su falta de sensibilidad social.
Esta posibilidad ya se mencionó a finales del pasado enero, cuando el Gobierno aprobó una propuesta de reforma de las pensiones que incluía, entre otros puntos, el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años y ampliar el periodo de cálculo de las pensiones. Aunque no se hacía una propuesta explícita en este sentido, ya se valoró la idea de que se elevara hasta los 20 o 25 años. Es más, en un documento que el Gobierno envió a la Comisión Europea para explicar sus medidas contra el déficit se hablaba de aumentar el periodo de cálculo hasta los 25 años, algo de lo que el Ejecutivo se retractó.
La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) considera "razonable" la propuesta del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, pero cree que "sería mejor" que se eligieran entre esos años también los de mayor cotización "si lo que se persigue con esta reforma es beneficiar a los trabajadores que han sido expulsados del mercado laboral al final de su carrera". "No basta con coger más años, sino de elegir parte de los mejores periodos de cotización con el fin de ser más equitativos y beneficiar realmente a los trabajadores que durante mucho tiempo han hecho un esfuerzo con el pago sus cuotas pero que, al final de su vida laboral, son despedidos o ven reducidos sus ingresos", señaló el presidente de ATA, Lorenzo Amor.
La última reforma del año 2007 se justificó para garantizar la sostenibilidad del sistema y desde la U.S.O. ya les dijimos entonces, y lo volvemos a decir ahora, que parches aislados no solucionan la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones.
Es evidente que el aumento del periodo de cotización en el cálculo reduce de entrada la prestación, porque los salarios son mucho más bajos en el pasado que en la actualidad, y al inicio de la vida activa. Y es ahí donde estará la trampa, es la pillería del Estado y su falta de sensibilidad social.
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