La falta de cobertura de determinados cuerpos y escalas no sólo perjudica a los miles de ciudadanos que han estado preparando una oposición y sus expectativas (también son tiempos de crisis para ellos) sino que además contribuye al deterioro de los servicios públicos que van a ver mermados seriamente sus plantillas y sobrecargas de trabajo para los componentes de las mismas, por una política errática y oportunista.
Desde USO, a diferencia de otras organizaciones sindicales, siempre hemos defendido en los foros de negociación que las ofertas anuales deben ser equilibradas y constantes. Ello evitaría espectáculos tan bochornosos como el que estamos viviendo este año y además contribuiría a prestar unos servicios públicos de calidad acorde al país y al entorno en el que nos encontramos. La disminución en la reposición de efectivos mediante OEP, produce un grave desequilibrio de cara al futuro, ya que merma la posibilidad de reponer por jubilación u otros motivos, servicios públicos esenciales. Esta anormalidad numérica además, trae como consecuencia que los requisitos, exigencias y pruebas de acceso sufran constantes y anuales altibajos de requerimiento, lo que provoca no pocas injusticias .
Desde USO estamos en contra de que la OEP sirva a los gobiernos respectivos (Central, Autonómico o Local) para jugar su baza electoral correspondiente, olvidándose de una atención de calidad en los servicios públicos, que es lo que reclaman los ciudadanos en primer lugar.
Nuestros empleados públicos (presentes o futuros) no merecen ser moneda de cambio de tiempos electorales. Como hemos manifestado en muchos de nuestros comunicados y propuestas, la dignidad del empleado público está deteriorada desde el momento de la propia convocatoria de OEP y su consideración “elástico-electoral” en base a parámetros económicos y no sociales.
Desde USO, a diferencia de otras organizaciones sindicales, siempre hemos defendido en los foros de negociación que las ofertas anuales deben ser equilibradas y constantes. Ello evitaría espectáculos tan bochornosos como el que estamos viviendo este año y además contribuiría a prestar unos servicios públicos de calidad acorde al país y al entorno en el que nos encontramos. La disminución en la reposición de efectivos mediante OEP, produce un grave desequilibrio de cara al futuro, ya que merma la posibilidad de reponer por jubilación u otros motivos, servicios públicos esenciales. Esta anormalidad numérica además, trae como consecuencia que los requisitos, exigencias y pruebas de acceso sufran constantes y anuales altibajos de requerimiento, lo que provoca no pocas injusticias .
Desde USO estamos en contra de que la OEP sirva a los gobiernos respectivos (Central, Autonómico o Local) para jugar su baza electoral correspondiente, olvidándose de una atención de calidad en los servicios públicos, que es lo que reclaman los ciudadanos en primer lugar.
Nuestros empleados públicos (presentes o futuros) no merecen ser moneda de cambio de tiempos electorales. Como hemos manifestado en muchos de nuestros comunicados y propuestas, la dignidad del empleado público está deteriorada desde el momento de la propia convocatoria de OEP y su consideración “elástico-electoral” en base a parámetros económicos y no sociales.
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