El Juzgado de lo Penal número 5 de Gerona ha condenado al encargado de un restaurante de la localidad a 19 meses de prisión y a pagar una multa de 6.000 euros en concepto de reparación del daño moral causado a la camarera a quien pidió que abortara si quería conservar su puesto de trabajo.
El tribunal considera probado que el encargado de un local de comida mexicana de la localidad, instó a la mujer a que interrumpiera su gestación una vez ésta le comunicó que estaba embarazada. Al hacer caso omiso, el encargado, que ejercía las tareas de contratación y renovación del personal, optó por no renovarle el contrato. La sentencia, especifica que la mujer estuvo "a punto de interrumpir" su gestación, pero tras "muchas dudas" siguió adelante y, llegado el momento de vencimiento del contrato la relación laboral no fue renovada y le fue presentado un finiquito por valor de cero euros. El tribunal considera que la mujer evidenció con su comportamiento un "alto grado de madurez", da por buena su versión --corroborada por otra compañera de trabajo a la que el encargado pidió que intercediera para lograr el aborto-- y recuerda que, una vez comunicado su estado, el restaurante no adoptó las medidas necesarias para favorecerla.
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